lunes, 2 de marzo de 2009

Personal del Banco Nacional de Datos Genéticos y peritos de parte respaldaron la pericia que confirmó la identidad de Alejandro Sandoval Fontana

Una serie de testimonios de corte técnico y científico cerró la maratónica jornada de hoy en el Tribunal Oral Federal N° 6. Primero fue el turno de Hernán Lavalle, funcionario de larga trayectoria en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), cuya labor consiste en prestar asesoramiento legal, hacer las causas judiciales, contestar oficios, entre otras cosas.
A continuación ingresaron a la sala María Belén Rodríguez Cardozo, actual coordinadora técnica del BNDG, y tres integrantes del mismo centro: María Victoria Cólica, Florencia Gagliardi y Sergio Valente. Los cuatro profesionales firmaron el estudio genético que acreditó la identidad de Alejandro con un 99,9999996 por ciento de inclusión en el grupo familiar Fontana-Sandoval.
Rodríguez Cardozo, con espíritu docente, detalló diversos aspectos de la biología molecular, desde su historia y sus desarrollos tecnológicos, hasta las nuevas técnicas en genética forense y las ventajas que tiene, por ejemplo, un cepillo de dientes a la hora de extraer ADN. Precisamente fue ella quien decidió, en la pericia relativa a la identidad de Alejandro, escoger un cepillo de dientes entre los objetos tomados en el allanamiento a la casa del joven (una sábana, una colilla de cigarrillo, una prenda). "El cepillo de dientes es adecuado para extraer ADN. Es de plástico, material ideal para conservar ADN, y está muy concentrado", explicó. Rodríguez Cardozo también detalló toda la operatoria del BNDG y las exigentes normas que cumple el centro.
Luego fue el turno de Ana María Di Lonardo, ex directora del BNDG, firmante en la pericia objeto del proceso, quien, al igual que los testigos que la precedieron, contó que los peritos de parte tuvieron "libertad absoluta para presenciar el procedimiento de apertura de muestras", y destacó la excelente calidad profesional y la rigurosidad del personal del BNDG.
Por su parte, Mariano Narciso Antonio José Castex, médico legista, testigo que había sido pedido y luego desestimado por la defensa, declaró porque el tribunal no dio lugar a esa desestimación de última hora. Su testimonio reafirmó aún más la calidad del trabajo del BNDG. Castex recordó que no encontró fallos "en los informes pertinentes" y que no solicitó una alícuota de la muestra de ADN -tal como preveé la ley 23.511 que se puede requerir- porque la defensa no se lo pidió. "En todo momento vi que el trabajo se hacía bien y presté conformidad. Tampoco conozco casos en los que el BNDG haya negado a nadie la posibilidad de peritar".
Por último, Viviana Bernath y Mariana Herrera, las genetistas que peritaron el procedimiento por parte de Abuelas de Plaza de Mayo, remarcaron que "el BNDG tiene un gran prestigio en el campo de la genética y esto se nota en los congresos internacionales. Fueron pioneros y han demostrado una altísima confiabilidad". Y si bien no dejaron de insistir en que la genética se maneja con estadísticas, es decir con probabilidades y no con certezas, Bernath señaló que alcanzar un valor tan alto, tan "indubitado", como al que se llegó con el ADN de Alejandro Sandoval Fontana, "es casi decir que es el hijo biológico".

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